El dolor de espalda: una condición común y multifactorial
El dolor de espalda es una de las molestias más frecuentes que lleva a las personas a buscar atención médica. Este problema puede tener diversas causas y, en muchos casos, el tratamiento se enfoca en corregir la postura del paciente. Los síntomas pueden variar desde una leve tensión muscular hasta un dolor intenso, que en ocasiones se irradia hacia otras áreas del cuerpo, especialmente las piernas.
Causas del dolor de espalda
Existen varios factores que pueden desencadenar el dolor de espalda:
- Mala postura corporal: Permanecer sentado durante largos periodos de tiempo en una posición incorrecta puede provocar o empeorar el dolor de espalda.
- Lesiones en ligamentos y músculos: Realizar movimientos bruscos o levantar objetos pesados de manera repetitiva puede afectar los ligamentos y los músculos de la espalda, causando dolor intenso.
- Problemas en los discos: Los discos intervertebrales, encargados de amortiguar el roce entre las vértebras, pueden sufrir roturas que ejerzan presión sobre los nervios, generando dolor. A veces, el paciente puede no experimentar dolor, aunque el problema esté presente y pueda empeorar con el tiempo.
- Compresión de los nervios espinales: A veces, debido a una hernia de disco u otras causas, los nervios espinales pueden sufrir pinzamientos o presión, lo que se traduce en dolor de espalda.
- Artritis: La inflamación de la membrana sinovial que recubre las articulaciones, conocida como artritis, puede reducir el espacio alrededor de la médula espinal y provocar dolor en la columna vertebral.
- Osteoporosis: Esta enfermedad debilita los huesos, aumentando el riesgo de fracturas en las vértebras de la columna.
- Artrosis: La degeneración del cartílago que recubre las articulaciones puede causar dolor crónico en la zona lumbar de la espalda.
Factores de riesgo y prevención
El dolor de espalda puede afectar a personas de todas las edades, pero existen algunos factores que aumentan su aparición:
- Edad: El dolor de espalda es más común a partir de los 40 años.
- Obesidad: El exceso de peso ejerce una carga adicional sobre la espalda.
- Sedentarismo: La falta de actividad física debilita los músculos de la espalda, aumentando el riesgo de desarrollar dolor.
- Tabaquismo: Estudios sugieren que los fumadores tienen mayor predisposición al dolor de espalda, posiblemente debido al impacto del tabaco en la salud de los huesos y la circulación sanguínea.
- Mala forma de cargar peso: Es fundamental levantar objetos pesados utilizando los brazos y las piernas, evitando sobrecargar la espalda.
Para prevenir el dolor de espalda, es importante realizar ejercicio físico regularmente, controlar el peso y mantener una postura correcta. Además, se deben evitar las situaciones que puedan sobrecargar la espalda, como levantar peso de forma inadecuada.
PortalCLÍNIC es un proyecto del Hospital Clínic y la Fundación BBVA. La información del artículo ha sido elaborada en colaboración con PortalClínic, del Hospital Clínic de Barcelona y documentada por profesionales sanitarios.