El camino de Katihusca: De la incertidumbre a la superación
Cuando echa un vistazo a aquellos que duermen en el metro, abrazados a sus pertenencias, Katihusca siente que fácilmente podría ser ella. A sus 25 años llegó a España con grandes esperanzas, solo para encontrarse con la cruda realidad. A pesar de carecer del apoyo social necesario, Katihusca se ha forjado un nuevo futuro para ella y su pequeña hija Chiara Emilia.
Una dura realidad
Tras llegar a España completamente sola, «`Katihusca se encontró en una situación difícil«` que le llevó a las puertas de la falta de hogar. Su caso no es único, pues el 57% de las personas sin hogar carecen de vínculos sociales. En su apuro por encontrar un techo, se vio obligada a llamar a organizaciones como Cáritas o Cruz Roja. La primera le habló de un hogar para mujeres solas, una experiencia que resultó ser un respiro en medio de su angustia.
Resurgimiento
Gracias a su llegada al Hogar Santa Bárbara, Katihusca pudo empezar de nuevo. A pesar de enfrentar una situación tensa con su casera, finalmente encontró refugio y apoyo en esta nueva comunidad. Sin documentación ni empadronamiento, recibió ayuda con su embarazo y tuvo a su lado un apoyo invaluable hasta el día del nacimiento de su hija.
En busca de un futuro
Consciente de que su tiempo en Santa Bárbara era limitado, emprendió una incansable búsqueda de trabajo y techo para su hija. A pesar de sufrir maltrato y dificultades, logró asegurar un empleo y cuidado para su pequeña. Su determinación y valentía son una lección para todos, recordando que en un país con oportunidades, hay que moverse constantemente.