La influencia de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes
Las redes sociales se han convertido en una herramienta clave para la interacción humana, especialmente entre los adolescentes. Según el informe ‘De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales’ de Qustodio, estos jóvenes dedican más de 400 minutos semanales a las redes sociales, superando así el tiempo dedicado a otras plataformas digitales.
La importancia de la salud mental en los jóvenes
Aprovechando el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, resulta crucial que los adolescentes comprendan los efectos negativos que un uso excesivo de las redes sociales puede tener en su salud mental. Un estudio de Unicef revela que uno de cada siete jóvenes sufre un problema de salud mental diagnosticado, por lo que es fundamental cuidar de su bienestar.
La posibilidad de expresión a través de las redes sociales
No obstante, las redes sociales también brindan a los adolescentes la oportunidad de verbalizar sus sentimientos. La constante interacción con otros individuos les permite encontrar situaciones y experiencias similares, así como explorar nuevas formas de expresarse. Según una investigación realizada por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las personas con enfermedades mentales recurren a las redes sociales para compartir su experiencia de vivir con depresión, buscar información e incluso encontrar apoyo y asesoramiento.
Más del 90% de los adolescentes utilizan redes sociales
Un estudio llevado a cabo por Doxa Comunicación revela que el 91% de los jóvenes entre 11 y 18 años tiene presencia en alguna red social, demostrando así que estas plataformas se han integrado plenamente en su vida social.
Los efectos negativos del uso excesivo de las redes sociales
Como todo en la vida, un uso desmedido puede afectar negativamente a la salud mental de los adolescentes durante su proceso de maduración y crecimiento personal. Aunque estar conectado aporta ventajas como el conocimiento de situaciones similares o el acceso a información, también conlleva efectos negativos como la constante comparación con otros, la exposición continua y el intento de presentarse siempre de la mejor manera posible, también conocido como «postureo».
Acorde a los expertos de Qustodio, un uso excesivo de las redes sociales puede dar lugar a diferentes situaciones:
- Dependencia emocional: La mera visualización de una red social genera dopamina en el cerebro, lo que a largo plazo puede generar una dependencia emocional.
- Exposición constante: Las redes sociales se basan en el compartir, lo que implica que los jóvenes pueden revelar su vida privada sin tener en cuenta las consecuencias que esto puede acarrear.
- Descenso de autoestima: Es común que los adolescentes no muestren su verdadero yo en las redes sociales. La presión por el «postureo» los lleva a analizar cada publicación con el temor a ser juzgados, generándoles inseguridades.
- Comparación constante: Al estar constantemente expuestos a las vidas de otras personas a través de las redes sociales, es inevitable que los adolescentes se comparen. Esto puede generar problemas personales y la tendencia a imitar a las personas que ven en sus dispositivos, aunque saben que lo que se muestra no siempre es real.
- Acoso: Las redes sociales también se han convertido en un espacio en el que muchos individuos descargan sentimientos de hostilidad y rechazo hacia otros, aprovechando el anonimato, la falta de límites y las pocas consecuencias de sus acciones.
El impacto en la adolescencia
Durante la adolescencia, es común que surjan trastornos como la ansiedad, la depresión e incluso la necesidad de encajar en un grupo. Los jóvenes deben lidiar con una mayor presión social por parte de sus compañeros y asumir el impacto que las redes sociales tienen en sus vidas.
Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, advierte sobre la importancia de tener cuidado con el uso de las redes sociales durante etapas en las que los jóvenes se encuentran en pleno proceso de maduración y relacionándose con personas de su misma edad. Cuidar la salud mental es fundamental, por lo que los padres deben estar conscientes de cómo sus hijos interactúan en las redes sociales, evitando que puedan enfrentar problemas y, en caso de que surjan, saber cómo abordarlos de manera adecuada.