La onicomicosis: una afección que puede llegar a ser crónica
Las onicomicosis, también conocidas como tiña ungueal, son infecciones producidas por hongos que suelen afectar a las uñas de los pies, sobre todo en los hombres con problemas de circulación sanguínea, personas mayores y diabéticos.
Los hongos responsables de la infección pueden ser dermatofitos, levaduras o hongos filamentosos no dermatofitos. Estos hongos son capaces de invadir las estructuras de la piel queratinizadas, como el pelo y las uñas.
**Afección estética con riesgo de dolor crónico**
Normalmente, la infección comienza en uno de los dedos gordos del pie y, de no ser tratada a tiempo, puede extenderse al resto de las uñas de los dedos del pie. Aunque las onicomicosis pueden parecer alteraciones estéticas, en algunos casos pueden producir dolor crónico difícil de solucionar y reaparecer con frecuencia incluso después de haber recibido tratamiento.
**Causas que desencadenan la onicomicosis**
La aparición de la onicomicosis se relaciona con la presencia de humedad, sobre todo en verano, y el hecho de que los pies permanezcan húmedos durante períodos prolongados. Además, se asocia con el uso frecuente de piscinas y vestuarios públicos, la falta de secado adecuado de los pies, especialmente en los espacios interdigitales, y otros factores de riesgo como haber padecido pie de atleta, tener más de 60 años, problemas de circulación sanguínea, inmunidad debilitada, diabetes o psoriasis.
**Variación del color, engrosamiento y deformidad de la uña**
Los síntomas de la onicomicosis incluyen una variación del color de la uña, que puede volverse blanquecina, amarillenta o marrón, engrosamiento, deformidad, picor y, en etapas avanzadas, dolor.
**Examen físico, microscópico y cultivo**
El diagnóstico de la onicomicosis involucra un examen físico, un examen microscópico con hidróxido de potasio y un cultivo para determinar el hongo que causa la infección.
**Tratamiento con antifúngicos y medidas de prevención**
El tratamiento de la onicomicosis puede incluir fármacos antifúngicos orales como el itraconazol o la terbinafina y, en algunos casos, tratamientos tópicos. Es importante mantener las uñas cortas y secas, y prestar especial atención a los espacios interdigitales para prevenir la aparición de la infección.
En resumen, la onicomicosis es una condición que, aunque suele ser estéticamente molesta, puede desencadenar dolor crónico si no se trata adecuadamente. La prevención y el tratamiento temprano son fundamentales para evitar la cronicidad y recurrencia de esta infección.