La salud en general es importante para mantener una buena calidad de vida. Pero, aun sabiendo esto, muchas veces ignoramos lo fundamental que es atender nuestra salud dental. Más allá de lo que significa tener una buena dentadura por motivos estéticos, contar con una boca saludable trasciende en la buena salud del resto de nuestro organismo.
Los odontólogos, además de ser especialistas en este sector, se mantienen a la vanguardia para aplicar los más avanzados tratamientos para la salud bucodental y aspecto de piezas dentales. Por otro lado, es importante entender que es un servicio que tiene un gran valor, por lo que invertir en ello siempre valdrá la pena y además, es una necesidad básica.
En tal sentido, los honorarios profesionales incluyen variables como los equipos usados, así como la formación y experiencia del odontólogo, los cuales se verán reflejados en los resultados a obtener, dependiendo del tratamiento aplicado por el especialista.
En consecuencia, es importante conocer más a fondo acerca de los tratamientos que los odontólogos ofrecen para mejorar la salud y aspecto de la sonrisa. Vamos a detallar algunos de los servicios principales, sin dejar de lado la importancia que radica en acudir a clínicas con reputación en el sector.
Implantes dentales
Es posible que este sea uno de los tratamientos más costosos debido a la complejidad del proceso. Sin embargo, todo dependerá de la condición general del paciente y de cuántas piezas dentales se deben sustituir.
La dificultad de este proceso es que el implante debe realizarse de forma personalizada. El profesional debe crear una prótesis ajustada fielmente al tipo de mordida y forma de las piezas dentales del paciente.
Por otro lado, es un tratamiento sumamente necesario, en caso de requerirlo, ya que prescindir de una pieza dental desmejora notablemente la calidad de vida de la persona. Esto se traduce en dificultades para ingerir alimentos, desplazamiento de otras piezas dentales e incluso, en problemas de halitosis o en el ámbito digestivo.
Limpieza dental
La limpieza dental es un tratamiento de rutina que cualquier persona debe llevar a cabo, por lo menos, una o dos veces al año. Y es que visitar al dentista no solo es conveniente cuando hay presencia de algún dolor o molestia, sino que hay que hacerlo de forma preventiva para poder atender cualquier situación a tiempo y que esta no se agrave.
La limpieza dental que hace un odontólogo va mucho más allá de lo que podemos lograr con el cepillado regular, el uso de enjuagues bucales o hilo dental. Se trata de un tratamiento mucho más profundo, mediante el uso de herramientas especializadas para eliminar de las piezas dentales sarro, placa y otros componentes contaminantes que se encargan de dañar nuestra dentadura de forma progresiva si no se elimina periódicamente, de manos de un profesional.
Además, este servicio suele venir acompañado de una revisión general del estado salud de nuestros dientes y así, poder verificar que todo esté en orden o aplicar algún tratamiento a tiempo.
Resinas dentales
Este es otro tratamiento que suele ser común y muchas veces, viene de la mano de una limpieza dental previa. Es en ese proceso de revisión que se pueden detectar pequeñas caries que comienzan a hacer mella en piezas dentales, en especial en las muelas.
Las resinas forman parte de un relleno o restauración de una pieza dental para así, detener el proceso de caries que puede avanzar al punto de tener que extraer el diente.
Endodoncia
La endodoncia también forma parte de las especialidades en odontología. Esta se encarga de estudiar la composición dental, incluyendo la pulpa del diente y los tejidos. Hay varios tratamientos que la componen y uno de los más comunes o conocidos es el tratamiento de conducto. De hecho es uno de los más seguros y efectivos.
Una endodoncia es necesaria cuando hay presencia de caries muy profundas. En específico cuando esta ha llegado a la pulpa del diente. También se suele realizar cuando hay fracturas dentales, periodontitis, traumas como golpes o accidentes que han afectado la vitalidad del diente. El bruxismo también puede ser, pero en menor medida, un motivo para aplicar este tipo de tratamiento.