La polémica de la inteligencia artificial: ¿puede reemplazar a los actores de Hollywood?
En el mundo de Hollywood, la creciente presencia de la inteligencia artificial (IA) ha generado preocupación entre los guionistas e intérpretes. Desde hace meses, han llevado a cabo huelgas en protesta por el temor de que la IA pueda reemplazar sus trabajos. Sin embargo, el temor se ha intensificado aún más con el reciente testimonio del reconocido actor británico Stephen Fry.
Fry, conocido por su participación en películas como V de Vendetta o Sherlock Holmes: Juego de sombras, reveló en el festival CogX en Londres que una IA utilizó su voz sin su consentimiento. Según explicó, la IA utilizó sus lecturas para los audiolibros de la saga de Harry Potter y creó una voz artificial que narró un documental histórico. Fry denunció que nunca había dado permiso para que su voz se utilizara en ese contexto y expresó su sorpresa y molestia al respecto.
La flexibilidad de la tecnología de IA es destacada por Fry, quien señala que esta puede modular las palabras para adaptarse al significado de cada oración. Esto significa que la IA podría hacerle decir cualquier cosa, desde discursos políticos hasta contenido explícito, sin su conocimiento ni consentimiento. Además, advierte que lo que se ha experimentado hasta ahora en términos de IA es solo el comienzo y que la tecnología avanzará rápidamente.
La posibilidad de que la IA pueda hacer leer cualquier cosa a una persona sin su permiso plantea serias preocupaciones éticas. Fry expone que la IA podría utilizar una voz falsa para incitar a la violencia o propagar contenidos inapropiados sin que el propietario de la voz tenga conocimiento. Este incidente ha generado la necesidad de abordar los posibles usos fraudulentos de la IA y las implicaciones éticas que derivan de la creación de voces y contenido artificial sin consentimiento.
Fry compara la situación actual de la IA con los primeros automóviles, señalando que, si bien al principio eran impresionantes, nadie podría haber imaginado lo extendidos que estarían en la sociedad. En su opinión, los vídeos deepfakes, que utilizan tecnología similar a la de la IA, se volverán igual de convincentes en poco tiempo. El actor teme que la IA avance a un ritmo mucho más rápido que cualquier tecnología anterior, y concluye que vivimos en un momento verdaderamente extraño.
En resumen, la polémica en torno a la IA y su posible reemplazo de actores en Hollywood ha generado tensiones y preocupaciones. El testimonio de Stephen Fry sobre el uso no autorizado de su voz por parte de una IA ha puesto de manifiesto los posibles usos fraudulentos de esta tecnología y las implicaciones éticas que conlleva. Si bien la IA promete avances sorprendentes, también plantea desafíos que deben abordarse para garantizar un uso ético y responsable.