El pan congelado es una opción que muchos desconocen o de la cual solo han oído someras descripciones. Asimismo, es un formato poco convencional de este alimento. La gente está acostumbrada a comprar pan caliente, o bien en paquetes a temperatura ambiente. No obstante, sucede que también se puede obtener en formato congelado. Así es más fácil de almacenar, controlar o transportar. Es ideal para la industria de restaurantes y hostelería donde se manejan grandes cantidades de este alimento, sin peligro que sobre y se pierda.
Por lo antes comentado, es una excelente idea contar con un distribuidor de pan congelado. En caso de eventos, fiestas o reuniones es más que ideal este producto. También, en restaurantes o en hoteles; así como en cualquier sitio donde sea necesario mantener una reserva de pan. El problema con este alimento es que se descompone al pasar uno o dos días, por lo que se debe consumir con rapidez. Esto impide almacenarlo, pero gracias al formato de pan congelado sí es posible tener muchos panes en reserva.
¿Cómo es la técnica del pan congelado?
Se trata de la evolución de la “masa de bollería o panes” que se expendía congelada. La intención fue ir un paso más adelante: que el pan estuviese precocido. De ese modo, se podía congelar y expender casi listo. Veamos cómo fue cambiando esta técnica en el decurso de las últimas décadas.
- Durante los años 80, se conoció en Francia una técnica de “pan congelado” antes de su fermentación. En realidad, lo que se expendía era la masa ya lista, siendo solo necesario colocarla un tiempo en el horno para su cocción.
- Posteriormente, la técnica antes descrita se mejoró: se logró hacer pan congelado precocido, mediante la estrategia de detener la cocción antes de finalizar el proceso.
- La gran ventaja es que basta con calentarlo tan solo un poco para descongelarlo, a la vez que se termina de preparar la masa (que ya está precocida).
- El producto es de excelente sabor y tiene una cualidad adicional: no necesita conservantes, ya que es precocido. La masa congelada de pan sí los emplea.
Este producto se caracteriza por la facilidad con la que se puede transportar por largos viajes, de varios días y semanas. También, se puede almacenar siempre y cuando se mantenga en bajas temperaturas. Es perfecto para quienes tienen negocios de hostelería, o bien para los supermercados que evitan que los panes no vendidos se conviertan en mercancía perecedera perdida.
Ventajas y peculiaridades del pan congelado
Cada vez se usa con mayor regularidad. Incluso, ya se comercializa en supermercados para el hogar. No obstante, su mejor utilización es en sitios comerciales o en reuniones. En dado caso, es muy importante repasar algunas de sus bondades.
- Es muy cómodo de almacenar, siendo solo obligatorio tenerlo a baja temperatura.
- Se puede hornear únicamente el pan necesario, según la demanda.
- Hay gran variedad de pan congelado en el mercado. Prácticamente abarca todas las presentaciones de productos y recetas de panadería.
- Conlleva ahorro, ya que el pan nunca se pierde. La cantidad de pan que no se consume simplemente se refrigera y se calienta luego.
Todas las cualidades antes aludidas lo convierten en un alimento perfecto para determinadas instancias. Por eso, mostramos algunos de los mejores usos que se dan al formato del pan congelado.
- Muy usado en reuniones y eventos, donde nunca se sabe con certeza la cantidad de pan que será consumida.
- En restaurantes, permitiendo solo calentar la cantidad de pan que piden los comensales.
- En el caso de hoteles que ofrecen servicios de comida, se logra mantener un inventario de pan disponible para los huéspedes.
- En aviones, barcos o transportes que hacen viajes largos y llevan una reserva de alimentos para sus pasajeros.
- Desde hace unos años se usa bastante en época de invierno. El pan se mantiene frío con las bajas temperaturas, durante mucho tiempo y solo se calienta para comer.
Es un producto interesante, novedoso y con ventajas indudables. Se requiere de distribuidores de pan congelado con buena reputación. De este modo, se tiene la certeza de que el producto tendrá la durabilidad esperada. También, que la masa mantendrá un exquisito sabor, aun cuando pasa por el proceso de congelación.